Con el olor a tomillo tan característico en estas fechas, el miércoles 18 de mayo de 2016 fue una noche mágica para mí. Me pidieron que regresara al Teatro de Rojas de Toledo, casi cinco años después de mi último concierto allí (la presentación de “Peregrinatio”), para interpretar una pieza instrumental durante el tradicional Pregón del Corpus Christi, la Fiesta Mayor de Toledo, la Ciudad Imperial reconocida como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. La ciudad donde nací y a la que sigo ligado musical y personalmente.
Con un teatro abarrotado (casi 700 personas, lleno total), elegí la pieza “Angrois”, de mi álbum “Outlander” con la ·Mosquera Celtic Band·, para poner una nota emotiva durante la realización del Pregón. El Pregonero, el sacerdote D. José Antonio Jiménez “Quillo”, amigo personal desde hace ya 22 años, me invitó a que musicalizara una parte de su Pregón. Tuve el honor de compartir apartados musicales con el Coro de la Capilla Diocesana de Toledo (dirigido por el también amigo D. Javier Moreno) y el Coro de los Seises de la Catedral de Toledo, en un evento que duró casi dos horas.
Toqué con un espíritu elevado por la situación, y no sólo porque tocara desde un palco a seis metros de la platea, sino porque eran el momento y el lugar adecuados para hacer lo que hice. Toqué para las autoridades políticas, religiosas y militares; toqué para las televisiones y radios… Pero sobre todo toqué para los toledanos que nos acompañaron. Toqué para mi ciudad y para su Corpus Christi. Toqué para Toledo.
Fdo.: Fernando Mosquera.